El Oficio De La Tortuga (V)

08 junio 2006

Sólo a ella le fué dado ir
más allá
de las Murallas del Agua.

Es el único habitante de este mar
autorizado para recorrer
los océanos de las turbulencias
y los abismos de peces ciegos
y esponjas como trompetas.

Su salvoconducto
—impreso en su caparazón multicolor—
le permite desplazarse en las corrientes tibias
que parecen ríos violáceos de vidrios sucesivos.


En virtud de su longevidad,
el Consejo de los Espejos le instruyó viajar
en todas direcciones
para reconocer cada suceso o noticia,
cada entorno de ciudad descubierta,
cada nuevo bosque marino,
cada posible peligro, cada conmoción.

Diez años pasarán desde que las puertas
flotantes se abren
hasta que el pesado animal regresa.

Entonces,
toda la ciudad se enciende
y se reúne —en el Anfiteatro— para escucharle.



Aut: Manuel Orestes

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